Mapa numerólogico de la República Argentina. Interpretación de sus números, su interpretación psicológica, sus carencias, ideales, etc.
1: el Gobierno (el Sol, regente del número 1)
Ocupado por la energía del número 3, nos habla de la tendencia de los gobernantes a querer ser reconocidos por su imagen, por hacer algo grande en sus vidas, de modo que sean recordados en la posteridad, pero ese algo grande está más vinculado a dejar recuerdos muy individualistas, hay demasiado orgullo y ampulosidad. Son maestros de la oratoria y el arte de la expresión a través de las posturas, los ademanes y los gestos.
Hay gran necesidad de atención y una gran devoción a sus ideales. El 3 regido por Júpiter en su máxima expresión.
Dinámicos, populares, con mucha confianza en sí mismos, y dispuestos a imponer sus ideales, que los jóvenes y subordinados piensen igual que ellos, a la fuerza o realizando concesiones para ello. (Yrigoyen fomentó el sistema de patronazgo sostenido por los dirigentes locales, llamados “caudillos” o “punteros”, que a cambio de algunos favores esperaban el agradecimiento en forma de votos. Aún se utiliza el método).
Adoran que se los valore, si esto no ocurre se vuelven irascibles. Pueden llegar a ser ambiciosos en extremo, gastadores (hay un mal manejo del dinero y el poder: carencia de número 8) y exagerados en sus palabras y en sus gestos. Los Presidentes más populares en Argentina han sido siempre aquellos que supieron encajar en este modelo de personalidad.
Lo que necesita trabajar este Sol 1 es la humildad, el equilibrio de ideales y la flexibilidad para saber acoger al otro (la Luna), que lo ve a este “padre” gobierno, lo siente como poco disponible para sus hijos, volcado siempre a su propia personalidad y la imagen de sí mismo, y a sus necesidades públicas.
2: el Pueblo (la Luna)
También hay un pueblo muy dependiente de este tipo de gobiernos. Una luna (2) ocupada por la energía del 2, una doble sensibilidad, mucha dualidad… Es una esponja que todo lo absorbe y puede llegar hasta la asfixia… y allí explota!
Quiere ser ayudado y recibe lo que quiere. Un pueblo con una gran riqueza interior, pero que no ha aprendido a valorarla.
Un pueblo que tiene una gran dificultad para desvincularse de las relaciones simbólicas (el Che, Maradona, Evita, Gardel… el dulce de leche, el mate, el vino, el asado…)
Carencia 4: raíces, bases, responsabilidad y compromisos concretos.
Encontramos el 4 en los aspectos sociales del número 9, la visión social y humanitaria. Allí se compensa a través de las acciones sociales la falta de seguridad material. Las raíces, las bases, el ámbito social muy ligado a lo colectivo. El compromiso con los ideales colectivos: el fútbol, por ejemplo. Los partidos políticos, lo gremios y los sindicatos. Argentina es un país muy gremialista. Compensa la falta de estabilidad y seguridad personal en un ámbito social.
Carencia 8: Preservación del patrimonio, ambición y manejo del poder.
Aquí encontramos que Argentina puede pasar por grandes momentos económicos, pero el mal manejo del dinero, el derroche, la ambición y la excesiva corrupción terminan dejando el país en ruinas.
Eso sí, poco bélicos, más diplomáticos (2), mejores para hablar que para hacer.
República Argentina: la suma de todos sus dígitos, 14/5.
Hace de Argentina un país muy polular, progresista y jovial. La comunicación es fundamental. La reunión, la charla. Este número le ha dado al país grandes profesionales de la comunicación. Incluso en el periodismo, ha sido pionera del periodismo de investigación en América Latina.
El dígito 5 favorece el surgimiento de escritores, poetas, políticos, médicos, deportistas, actores, y todo lo relacionado con la comunicación.
Nos hace un país movedizo, curioso, viajero, charlatán. Impulsivos, apasionados, muy mentales y de grandes aspiraciones, pero nos falta objetividad. Oportunistas y adaptables, tal como lo pone de manifiesto también su Destino 5…
Argentina debe aprender a (debemos) manejar equilibradamente todos esos aspectos de entusiasmo, vitalidad, de inconstancia, y excesiva valoración de la libertad personal. Aprender a manejar el idealismo, la dispersión de talentos y la falta de objetividad.
La reflexión la transformamos en emoción, sensibileros (si no, basta con escuchar un Tango…), viajamos, pero apegados a nuestras estructuras simbólicas, llevamos el mate y el fútbol a dónde sea.
Argentina tiene que adaptarse con rapidez a las circunstancias cambiantes que se le presentan. Hay una naturaleza polifacética. Medio bohemios, con habilidad para manipular (el “chanta argentino”). Cuando vibra en negativo, se vuelve un país algo violento, descontrolado, y pasa por cambios constantes que no llevan a nada seguro (lo más reciente, años 2001/02)
Cuando se supera la confusión, y todo se encausa hacia un tránsito positivo, entonces surgen la creatividad, la imaginación y la capacidad de cambio hacia nuevos puntos de interés y nuevas modalidades de pensamientos.
Somos así, charlatanes, curiosos, sensibles, versátiles, derrochamos palabras cuando no hay dinero, pero nunca se pierde el entusiasmo, o el ingenio para “atar todo con alambre”…
Fuente: Karina Prevende
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