domingo, 8 de septiembre de 2013

♥ Mirame a los ojos ♥



El veganismo no es una religión, ni una moda ni una mera opción personal: es la consecuencia de reconocer que los demás animales también tienen derecho a vivir, a no sufrir y a no ser explotados; es decir, de reconocer que dado que poseen sistema nervioso que les permite sentir y sufrir igual que nosotr@s, en ese sentido, somos iguales.
Desde pequeñ@s se nos enseña que los demás animales están para servirnos, nos alimentan con sus músculos y otras partes de sus cuerpos, nos llevan a ver las cárceles en las que están encerrados y nos visten con sus pieles, al mismo tiempo que aprendemos el significado de “humanidad” como algo bueno y a insultar utilizando “animal” (o nombres de otros animales) en sentido peyorativo.
De esta forma siempre nos han parecido “seres inferiores”, “recursos”, no individuos a los que respetar.

Es cierto que somos diferentes, pero del mismo modo que el color de la piel, la raza o la inteligencia no son relevantes a la hora de respetar la vida y la libertad de l@s demás, la especie tampoco; lo único relevante es la capacidad de sentir, que tenemos tanto animales human@s como no human@s.
Esta discriminación por motivo de especie se denomina especismo.



Cada segundo mueren más de 3.000 animales no humanos en mataderos, laboratorios, redes de pesca, granjas, cepos, carreteras… víctimas de nuestros hábitos.

Y esta injusta situación sólo puede ser erradicada si dejamos de considerarles meros objetos y actuamos en consecuencia: adoptando un estilo de vida vegano y luchando por sus derechos.


Es difícil dar la cifra exacta del número de animales asesinados cada año en todo el mundo, pero se estima que ronda los 45.000 millones.
Eso significa que en el mundo se matan cerca de 5.137.000 de animales cada hora.

Se necesita poco más de una hora para igualar el número de judíos inocentes que fueron asesinados en el Holocausto Judío. ¿Podrías creer que ha habido cerca de 2,600,000,000,000 de animales asesinados en el mundo desde la II Guerra Mundial? Hablar de 2’6 trillones de animales muertos para convertirse en alimento o para experimentación desde la II Guerra Mundial es una educada conjetura. Es un poco menos que medio millón de veces la cantidad de judíos muertos como consecuencia del Holocausto Judío. La palabra “holocausto” puede aplicarse tanto al holocausto animal como al judío, sin que ello menoscabe la importancia del segundo.

La comparación es válida desde el momento en que ambos son apresados y metidos en jaulas (campos de concentración). Ambos son torturados y mueren de hambre, como sucede a veces en el caso de las gallinas ponedoras. Ambos son finalmente asesinados.

Sólo en Estados Unidos se estima que existen unos nueve mil millones y medio de animales masacrados cada año. Eso significa unos 1.084.000 animales muertos cada hora, o cerca de 18.067 cada minuto. Con 301 animales muertos por segundo, esa cifra representa aproximadamente 1,5 veces la cantidad de gente muerta en el atentado terrorista que tuvo lugar en un tren en España a principios de marzo de 2004.

Deberíamos hacer cualquier cosa que sea ética para detener la matanza de animales para alimento y experimentación. Concienciarnos mas de lo que ocurre en esta sociedad manipuladora que nos ha tocado vivir y poner fin a esos hábitos inculcados en nuestra educación desde que nacemos.

Existe un verdadero holocausto animal en el mundo, y nosotros estamos en la línea de frente para salvarlos. ¡No podemos rendirnos! ¡No podemos retirarnos! ¡Debemos seguir adelante!

¿Crees que merecen morir para que tú saborees su carne? 
Ponte en su lugar...
 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por visitarnos, te invitamos a que nos agregues y dejes tu comentario.